Para lograr una estrategia exitosa en los Asuntos Públicos (AAPP) de cada organización es fundamental la construcción de vínculos con los stakeholders, este proceso de interacción implica una serie de etapas que sirven de guía complementaria a la práctica diaria de cada gestor/a, por ejemplo, definición del público-objetivo, elaboración de mensajes, preparación de temas sensibles, análisis de los escenarios nacional y el desarrollo de las habilidades de relacionamiento. Justamente, en este artículo nos enfocaremos en este último punto: las cualidades o aptitudes que deben primar a la hora de liderar los Asuntos Públicos en tu organización.

El primer eslabón en cualquier interacción es el manejo de la información, por ende, es una obligación para quien lidere la práctica de AAPP estudiar y conocer sobre los stakeholders de la organización. ¿Qué piensan? ¿quiénes son? ¿qué los motiva? ¿cuál es su ideología? ¿cuáles son sus objetivos?, estas preguntas sirven de guía de base a la hora de encarar una reunión, su falta de respuesta genera una desventaja frente a la contraparte y sitúa los intereses organizacionales en una posición de riesgo.

El manejo de información clave respecto a los stakeholders no generará ningún valor agregado si como responsable no defines bien los mensajes, por ende, es necesario participar en el proceso de redacción de cada uno de ellos y experimentar espacios de intercambio de ideas con las diferentes áreas involucradas. Es preciso tener identificación, compromiso, dominio del asunto y credibilidad; factores que están en el centro de cualquier profesional en la materia.

Tras ello, se inician los primeros contactos, los cuales, pueden ser por diferentes vías: a) canal institucional; b) asesor/empleado vinculado con la otra parte; c) cámara sectorial; d) funcionario de orden local. En cada uno de los casos, será necesario evaluar los impactos positivos o negativos de elegir algunas de estas opciones, y también mediar cuál es el nivel de urgencia frente a procedimientos que pueden ser de rápido resultado o que lleven a más de un encuentro. La habilidad del gestor permitirá asesorar a su organización de la mejor manera y también evitar errores tales como: generar el acercamiento en momento de crisis y no cultivar el vínculo anteriormente; quedar en una posición vulnerable respecto a las normas de ética; poner en fragilidad los mensajes centrales; y negociar aspectos regulatorios macro sin ningún aliado, entre otros.

Una vez obtenida la reunión, el/la responsable del área debe mantener el foco en el resultado, optimizando los tiempos y teniendo en la mente que cualquier diálogo implica intereses, es decir, hay márgenes de negociación acordes a los objetivos que llevaron al encuentro. En este punto, es donde se entrecruzan las habilidades de los Asuntos Públicos con la negociación y se busca cerrar el tema de forma positiva, ya sea con una solución definitiva o dejar la puerta entreabierta para futuros espacios. Sin embargo, se deben evitar manifestaciones públicas partidarias (considerando la vorágine de la política en cualquier país), no caer en agravios personales e institucionales, no imponer una única opción y cultivar el relacionamiento de forma positiva, “siempre es preferible tener un potencial aliado que un detractor”.

Otra habilidad fundamental en el manejo de los asuntos públicos es la capacidad de medir el timing indicado para dar una respuesta positiva o negativa frente a diferentes stakeholders. Claramente, estará definido por las necesidades de la organización como también la comprensión de los efectos que tendría para la contraparte. Por ejemplo, existen momentos en los que una diferencia con el gobierno podría generar un impacto más grave (tiempos de campaña política o situaciones de inestabilidad económica-política), lo cual puede mitigarse con acciones complementarias que reduzcan la tensión (lanzamientos de programas públicos-privados). Este punto, se abordará con mayor profundidad en un próximo artículo, pero es importante que el/la responsable del área, siempre tenga en su capacidad de análisis los diferentes escenarios que se pueden abrir con una respuesta.

Por último, existen innumerables habilidades que guían la práctica profesional de los asuntos públicos, por mencionar algunos más: excelente comunicación, manejo de la cultura general, lectura del escenario político-social, flexibilidad en momentos de tensión, trabajo en equipo y un cierto grado de liderazgo. Sin embargo, la mayor virtud consiste en desarrollar los vínculos con la mira puesta en los objetivos de tu organización y en Accès queremos ayudarte a potenciarla.