• 25 de Diciembre de 2021
  • atanus
  • Strategy

El Poder Legislativo suele ser considerado el espacio ideal para que las diferentes organizaciones y representantes expresen sus posiciones respecto a temas de interés para la agenda pública. En este sentido, la diversidad de su composición- ya sea en términos ideológicos como territoriales- abre diferentes puertas para posicionarse en un entorno cambiante, competitivo y dinámico; pero, al igual que en otros ámbitos de discusión, el manejo de la información es relevante, por ende, se requieren de algunas herramientas tales como el “Tracking Legislativo”.

Este mecanismo consiste en el seguimiento de las diferentes etapas que un proyecto de ley o resolución atraviesa en los pasillos del Parlamento, incluyendo, desde el ingreso por la mesa de entrada hasta la sanción en el recinto. El entendimiento de este camino garantiza a cualquier organización la posibilidad de identificar en que etapas deberá accionar su plan estratégico de Asuntos Públicos o una campaña específica, tendiente a aprovechar las oportunidades que emergen de cualquier iniciativa legislativa o mitigar los posibles efectos negativos.

Para utilizar esta herramienta, el equipo responsable del seguimiento deberá primero identificar el proyecto en cuestión, clasificándolo de acuerdo a una serie de variables, entre ellas, autores, colaboradores, comisiones, puntos centrales de la norma, consenso político, entre otros. Toda esta información puede ser plasmada en una matriz y ficha general, pudiendo utilizar softwares tradicionales como Office (Excel o Word) y GDocs, o la plataforma de Accès (entre otras), la cual, garantiza un análisis integral del tratamiento parlamentario.

Accès despliega una serie de opciones para que puedas clasificar el proyecto, considerando el nivel de impacto, los avances dentro del Poder Legislativo, el consenso que genera entre las diferentes fuerzas políticas y la definición de acciones vinculadas a los objetivos organizacionales. A su vez, permite la actualización constante de cada una de las etapas y cambios, para captar fotos simultaneas de lo acontecido durante el tiempo que el proyecto se encuentre en el Congreso.

Con toda la información disponible, es importante que la organización avance en la definición de una estrategia de acción para aprovechar los mecanismos de participación que garantiza el ámbito legislativo, por ejemplo, exposiciones en las Comisiones o reuniones con funcionarios. A su vez, también en esta etapa, será esencial articular esfuerzos con aliados para no perder voz en un entorno donde todos buscan ser escuchados, para ello, es necesario valerse de la presencia en Cámaras o entidades sectoriales, como el acceso a los representantes de las provincias o zonas donde se opera.

Más allá del beneficio que garantice una herramienta eficaz en el manejo de la información y la definición de la estrategia de acción, el éxito o fracaso de cualquier iniciativa organizacional respecto a un proyecto de ley estará asociada al conocimiento de los stakeholders claves, sus redes de influencia y el contexto social, económico y político; respondiendo a las siguientes preguntas: ¿quiénes lideran las bancadas oficialista y opositora? ¿quiénes ostentan el verdadero poder en el Parlamento? ¿cuál es la voluntad de que el proyecto avance en el corto plazo? ¿cómo impacta el contexto en la velocidad de tratamiento legislativo?. Por ende, queda claro que se necesitan otros recursos para completar el análisis integral de la norma, sugiriendo perfiles, mapa de stakeholders y red de influencias.

Finalmente, si bien el Parlamento representa el espacio ideal para posicionar los objetivos de una organización o sector, la sanción de un proyecto no significa que se bloqueen los caminos de expresión, aun queda la posibilidad de manifestar voluntades en la reglamentación, la cual, esta bajo la órbita del Poder Ejecutivo. Por ende, es importante que el tracking legislativo maneje la mayor cantidad de información posible pensando en la etapa post Parlamento.